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Poner fin a todos los subsidios a la industria del petróleo y detener el fracking. Poner fin al monopolio de los servicios públicos y a la interferencia en la expansión de las provisiones para la energía renovable.
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Invertir y promover empleos en energías más limpias. Poner fin a la energía nuclear.
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Detengamos el racismo ambiental que permite a industrias el vertedero de contaminantes peligrosos y productos de desecho en comunidades predominantemente negras y latinas de la clase trabajadora en los Estados Unidos y en el extranjero.
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Detener las adquisiciones corporativas de las agencias reguladoras que permiten que los contaminadores y la producción y distribución de productos peligrosos no se controlen.
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Hacer que las corporaciones paguen por completo el costo de la contaminación y la degradación ambiental que crean.
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Poner fin a los subsidios masivos a la agricultura corporativa y, en cambio, apoyar la agricultura sostenible y regenerativa.